Querido J.
Hace tiempo,mucho tiempo, que no sabemos el uno del otro. Y el año nueve está en su último suspiro. Sirva pues, esta correspondencia para desear que los dioses (bien sabe Dios que Él sólo no puede) te sean propicios y los tengas encarados para atravesar un año 10 que se presenta repleto de novedades y venturas inciertas.
Otro motivo para hacerte llegar éste escrito es que he descubierto nueva información relativa a las nuevas actividades que me insinuaron allende los mares. Allí donde la primavera es permanente. Te adelanto que he descubierto quién opta al negocio que me llevaría hasta tan lejano lugar, y sería un común amigo y sangre de su sangre. El asunto no está cerrado, quiero decir con ello que continua abierto. No creo que sea antes de tres lunas llenas cuando sepa alguna cosa más concreta.
Aprovecho, querido amigo, para desear con todas mis energias que el año que encaramos nos sea más propicio que el que finiquita.
Un fraternal abrazo.
29 dic 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario