Querido J.
Todo en esta vida tiene una explicación. Hasta los silencios. Y el silencio que vengo arrastrando desde hace días está motivado por la necesidad que tengo de aislarme de los ruidos callejeros y los ajetreos domésticos al objeto de concentrar mis reflexiones en una oferta que aun verde he recibido de un común amigo. Despojando circunloquios e hincando el diente en al almendra te adelanto que el asunto pasa por desplazarme a una nación hermana allende los mares. La vida misma, hermano.
Son días en los que aguardo mayor información para abrir unas jornadas de profunda y seria reflexión.
Espero, como imaginaras querido amigo, que me ayudes a tomar la decisión más atinada.
Un abrazo. Búho.
18 nov 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario